Ha sido un año marcado por una climatología bastante fiel a lo que nuestro clima contempla en su definición con abundantes lluvias primaverales que ayudaron al desarrollo de algunos hongos en varias parcelas que fueron controlados con una intervención a tiempo y siempre vigilante en el trabajo de viña.
La vendimia llegó de forma temprana debido a las lluvias y el fuerte calor veraniego, si bien suele realizarse a mediados del mes de septiembre como norma gerneral para la verdejo y unos días antes para la Sauvignon Blanc, este año en los primeros días de septiembre ya estábamos inmersos en plenitud en la recogida de la Sauvignon en la parcela de Valdevacas, siguiendo acto seguido, con la Verdejo y la Viura.
La vendimia se ha realizado de forma escalonada, como es habitual, diferenciando parcelas y maduraciones para los diferentes vinos de la Bodega.
Las lluvias caídas durante la vendimia hicieron retrasar la recogida de alguna de las pareclas dando por terminada la vendimia a mediados del mes de septiembre.
Una vendimia extraña, marcada por la COVID-19 donde han primado las normas de seguridad para evitar la expansión del virus y mantener la seguridad del personal de Bodega.